Eso es lo que tiene el 51% de las pequeñas empresas de Valladolid. Según se extrae del índice de visitas de UGT y CCOO, más de la mitad de estas empresas no practica una política preventiva activa; dispone de las medidas de protección, pero sobre el papel, sin aplicarla a sus trabajadores.
Aunque este porcentaje se ha reducido casi en un 15%, no por ello es una noticia positiva; a día de hoy, debería estar presente en la totalidad de empresas, sean pequeñas, medianas o grandes, la cultura preventiva efectiva, y no únicamente un montón de documentos que acrediten seguridad.
Y es que, después, los datos hablan por sí solos. En Castilla y León, el índice de siniestralidad en construcción es más alto que la media española.
Con estos datos, cabe preguntarse: ¿A qué esperamos para concienciarnos de la necesidad de trabajar seguros?. No practiquemos la indolencia en nuestros trabajos; nos va la vida en ello.
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