viernes, 4 de enero de 2008

Mujeres al borde de un ataque...


El pasado mes de Diciembre se hacía pública una noticia positiva (¿no todo van a ser desgracias!): Se ha alcanzado la paridad en el trabajo.

Magnífica la noticia, sí señor, pero... como siempre, hay que entrecomillar las cosas. Quizá se haya alcanzado una paridad en lo que a cantidad de trabajadores y trabajadoras a nivel general, pero no la hay a nivel económico, esto es, los sueldos.

Quizá alguna mente preclara todavía piense que el sueldo depende de los conocimientos o las capacidades, por lo que si cobra menos una mujer es porque no llega al nivel del hombre; sintiéndolo mucho, tenemos que tirar esa teoría al crematorio de lo obsoleto, ya que la capacidad no depende del género, sino de las características personales y las posibilidades educativas del individuo.

Vale, bien, entonces no hay duda: El buen trabajador es una persona, no un hombre o una mujer. Entonces, ¿por qué no cobrar en función del rendimiento?;¿será que nos queda algo de nuestro antepasado cromagnon que no queremos admitir?...



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